Sokoloff, fundador de su propia agencia MullenLowe SSP3, es uno de los creativos más influyentes de su país, Colombia. Actualmente se encuentra radicado en Londres desde donde lidera la creatividad global para la red y preside el Consejo Consultivo de MullenLowe.
En su Selfinterview habla acerca del trabajo que realizó durante casi diez años junto con el gobierno de Colombia para lograr el acuerdo de paz con la guerrilla y la desmovilización de miles de guerrilleros. Diez años de trabajo en un grupo muy grande para contribuir a poner fin a la guerra de más de 50 años. Durante estos años lideró el equipo creativo que acompañó al Estado Colombiano en el proceso de paz. Cuenta que fue un proceso totalmente humano que comenzó con una fase de aprendizaje. Luego los errores de principiante y luego el perfeccionamiento. Ensayo y error y pensando en hacer cada vez lo mejor. Así fue como se lograron los resultados. Se abordó un conflicto único con muchas influencias propias y se resolvió a su propia manera, de una forma inédita.
Se utilizó la comunicación como un arma de paz para sacar a la gente de la violencia.
Hoy en día casi todas las divisiones son por la mitad. Una misma comunicación puede ser utilizada para incentivar a la gente a la violencia. Pero ellos la usaron para lo contrario, sacar a la gente de la violencia.
A los 24 años comenzó su carrera en publicidad, siendo ingeniero y administrador.
Pensó que a los 55 años iba a estar retirado y viviendo una vida muy cómoda y todavía no se imagina ser una de las personas más influyentes de su país.
Cuando fundó SSP3, tenía la imagen de las grandes agencias con las que había crecido, que se asociaban a uno o varios nombres, los de sus fundadores, y que cuando ellos morían o se retiraban, estas agencias desaparecían. Entonces él tenía ese temor: “estoy creando algo que se va a terminar en mi generación”. Y definieron con sus socios, desde un principio, que ninguno de sus hijos trabajase allí para que todos los empleados tuviesen las mismas oportunidades de hacer carrera. Para que no hubiera un techo. Con el tiempo, hicieron un plan de sucesión. Hoy la agencia está en manos de un grupo de personas de 30-40 años con sus propias ideas. Con el tiempo sintió que cada vez tenía menos que hacer en la agencia. Y llegó el momento en que sintió que la agencia ya no lo necesitaba. Define este momento como uno de los más bonitos de su carrera. Actualmente sigue siendo director pero ya no tiene un rol en el día a día de la agencia.
Posteriormente, una crisis en la agencia de Londres y las ganas de darle a sus hijos la oportunidad de vivir en otro país, lo llevaron a la meca de la publicidad, a las grandes ligas, donde se encuentra actualmente desempeñándose como Presidente del Consejo Consultivo de MullenLowe.
Frente a los temas de actualidad a los que se enfrentan las agencias, ve como un mandatorio no parar de estudiar y aprender, pues piensa que si no lo haces, quedas fuera del juego. Cree en contratar a gente muy joven que diga lo que hay que hacer y cómo se hace. Y afirma que no existe ninguna industria hoy que no tenga su Uber por ahí. Y sentencia que lo más importante es mantener la mente abierta y hacer lo que hay que hacer. “No pensar que hay cosas que nosotros no hacemos. No podemos decirle que no a ningún cliente ni a ningún trabajo porque lo único que va a seguir siendo indispensable son las ideas”.