Gonzalo Fígari, Head of Disruption en Dentsu España: publicidARTE

La pregunta del millón ¿Es la publicidad arte?

Hay gente que se ofende si le preguntas eso. “¿Cómo va ser arte?Cretinos!!!! Engreídos es lo son los publicistas!!!! Ahora se creen artistas!!!! Son los dentistas de la medicina, son caros, un spot de 20” con 30 personas mirando un monitor y opinando sobre si la lata de refresco gotea bien, gotea poco, la gota no hace curva,…

Rodando chistesitos, cositas con el mismo presupuesto con el que un director de cine haría un peliculón digno de un premio en Cannes, el Cannes de verdad!!!! la publicidad es sólo una herramienta de marketing, son historias cortitas que sirven para vender y punto, claro, si le llaman a sus spots películas cómo no se van a creer artistas!!!”. Pero hagamos la pregunta diferente, ¿¿un artista puede ser publicista ?? – SI!!! algunos definitivamente los son. Y esto es literalmente cierto (no es otro juego de palabras como el titular de este artículo) Conozco pintores, escultores, poetas, actores, directores de cine y músicos que son parte del staff de agencias de publicidad o que lo han sido en algún momento de su vida. Contar historias comerciales puede ser ejecutado con una sensibilidad totalmente artística, se puede hacer publicidad de manera magistral, con cariño, inventando técnicas nuevas, creando un estilo propio.

Hay publicistas que se inspiran en el arte para crear, en artistas, en tendencias, en mis orígenes cuando trabajaba en marketing directo yo no buscaba la inspiración en otras campañas de marketing directo, me encantaba el FLUXUS art, ese movimiento artístico que estuvo muy activo en los 60´s y 70´s creado por George Maciunas, un movimiento muy potente en Estados Unidos, Europa y Japón, un arte conceptual cotidiano e irreverente, yo descubrí el FLUXUS en el MOMA de NY y quedé muy enganchado, sin duda mi trabajo de aquel entonces se vio influenciado en ello.

Tú como publicista puedes también tener inquietudes y querer desarrollar más cosas. Cosas que están más cerca del arte puro y eso está muy bueno.

Cinthia Delgado que es mi compañera, y además muy buena dramaturga, y yo, hemos lanzado hace una semana www.elcorazonautoficcion.com una ficción inmersiva basada en un hecho real (no digo más para no hacer spoiler), es un proyecto 100% colaborativo que puedes vivir sin pagar un céntimo, SIIIIII es totalmente gratis. Hemos alcanzado en 5 días los 7k espectadores sin ninguna otra promoción que el boca/boca (o este artículo que Esteban compartirá con sus lectores) . Hemos tenido la suerte de cruzarnos en el camino con gente maravillosa como el increíble Lorenzo Shakespear quien ha hecho la gráfica del proyecto o Damián Garfinkiel que nos apoyó en la programación junto a Pollo Villegas, la gran generosidad de The Lobby estudios en Madrid o la banda progresiva Dojo Project que compuso la banda original, tenemos además grandes actores que se subieron a la historia simplemente por amor a la misma, los peruanos Salvador del Solar (ex ministro de cultura de Perú), Wendy Ramos y Urpi Gibbons, el actor español ganador de un premio Goya; Alberto San Juan o Juan Vinuesa nominado este año a los premios MAX, también tenemos otros apoyos dentro de la historia como la voz del coreógrafo portugués Rui Horta o la aparición especial del gran Joaquín Sabina. Un sueño hecho realidad. Una historia que tanto Cinthia y yo queríamos expresar y compartir, no podíamos esperar más tiempo y lo hicimos en pleno confinamiento, sacando retazos de tiempo cuando nuestro hijo dormía.

Actualmente entre campaña y campaña, durante los desayunos del fin de semana o antes de dormir se nos vienen varias historias para llevar a cabo de una manera más artística, tenemos una plataforma artística para hacerlas realidad “trampa para ardillas”, para sacar adelante las ideas que nos gusten a ambos, sin prisas, cuando el tiempo y el trabajo nos lo vaya permitiendo.

Yo no se si la publicidad es arte pero no me cabe la menor duda que los publicistas podemos ser artistas, sólo debemos tener algo que contar y sentir la irremediable sensación de querer que hacerlo.